PUBLICIDADLas expectativas depositadas en la conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático son grandes. Los desafíos, también. Esculturas de hielo se lo recuerdan por las calles de la capital danesa a los delegados de 192 países, entre ellos un centenar de jefes de Estado, que se reúnen desde hoy en busca de un acuerdo que permita limitar la subida del termostato mundial, y evitar graves desarreglos climáticos.
El Secretario Ejecutivo de la Convención medioambiental Yvo De Boer no cree que la conferencia vaya a fracasar. “Teniendo en cuenta la cantidad de gente que se ha reunido aquí, los anuncios de apoyo financiero, los objetivos fijados, el compromiso de los países en vías de desarrollo. No creo que fracase”, señalaba. Histórica es la cita, e histórico es el dispositivo de seguridad puesto en marcha por la policía danesa: más de la mitad de sus efectivos están ya movilizados y éstos podrían aumentar hasta el 85%. El objetivo concreto de la cumbre es consensuar un acuerdo para reducir las emisiones contaminantes y evitar que la temperatura del planeta aumente más de 2 grados centígrados antes de finales de siglo. Activistas de todo el mundo piden a los mandatarios un compromiso valiente y vinculante. De no ser así, la amenaza es ésta: que nuestro desarrollo industrial termine ahogándonos a nosotros mismos.