Portugal: Coelho afronta la gobernabilidad del país sin mayoría

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Pedro Passos Coelho ha conseguido revalidar mandato en Portugal tras cuatro años de austeridad. Su victoria en las legislativas le convierte en el primer líder europeo que se mantiene en el poder tras un durísimo plan de rescate internacional que impuso sin titubeos.

Pedro Magalhaes, profesor de políticas en la Universidad de Lisboa:
“Se le considera una persona tranquila y reservada, y en general, sincera, aunque por supuesto la oposición subraya las contradicciones entre las promesas que hizo antes de las elecciones de 2011 y lo que acabó haciendo después”.

Aunque su rival socialista, Antonio Costa, partía favorito en los sondeos, sus promesas de aliviar la austeridad no han sido suficientes para marcar la diferencia con un pasado demasiado presente.

Pedro Magalhaes:
“No se le percibe como alguien que marque un corte radical con el anterior Gobierno socialista. El anterior Ejecutivo socialista terminó con el rescate y eso es algo que enfadó muchísimo a la gente”.

En efecto, con respecto a 2011, cuando el país estaba al borde de la bancarrota y los tres años de recesión que siguieron, la economía portuguesa empieza a levantar cabeza: el crecimiento este años se sitúa en el 1,6%.

Rosa María, propietaria de una pescadería:
“Mi negocio va mejor; vienen muchos turistas y eso ha ayudado un poco. Comparado con hace cinco años, estamos mejor”.

Aún así, la coalición del primer ministro perdió 600 000 votos con respecto a 2011, y la abstención es muy elevada. Muchos portugueses parecen haber optado por la resignación…

Luis, pintor:
“Prometen de todo, prometen la luna, pero luego nada. Es ley de vida, trabajar y ganar cada vez menos”.

Y aunque el paro ha pasado del 18% al 12,4%, sigue siendo muy alto entre los jóvenes, ronda el 30% incluso entre los jóvenes con estudios.

Filipe Fernandes:
“Creo que tendré que irme al extranjero para conseguir un trabajo mejor. Lo tengo en mente desde que entré en la Universidad”.

Con un Parlamento donde la izquierda es mayoritaria, la primera prueba de fuego para el nuevo Gobierno llegará en las próximas semanas, con el voto de los presupuestos para 2016.