Ni el mal tiempo, ni lo peligroso del trayecto les ha llevado a desistir del intento. El objetivo está claro: llegar a Europa en busca de un futuro
PUBLICIDADNi el mal tiempo, ni lo peligroso del trayecto les ha llevado a desistir del intento. El objetivo está claro: llegar a Europa en busca de un futuro mejor. Pero no todos lo consiguen. Según la Organización Internacional para las Migraciones en 2015 al menos 3700 personas perdieron la vida o continúan desaparecidas. Impotentes, en Lesbos, las autoridades han creado un nuevo cementerio para ellos.
“No puedo parar la guerra, no puedo hacer que lleguen a Europa de una manera legal. Ya que no puedo hacer nada de eso hago lo que puedo, que es enterrarlos”, señala este voluntario que ha llegado a enterrar a once personas en un solo día.
Tumbas, muchas de ellas sin nombre, en las que solo consta un número de identificación, la fecha en que llegaron a tierra y su presunta edad. Para que dejen de ser eso, un número, Aleko recoge una muestra de su ADN y los fotografía.
“Espero que puedan identificarlos a través de ese ADN y que así estas personas puedan descansar. Que sus almas puedan descansar e paz, pero que también lo puedan hacer la madre o el padre que están buscándolos”, apunta Alekos Karagiorgis.
En lo que llevamos de año Europa ha recibido más de 83.000 migrantes y refugiados. De ellos cerca de 73.000 lo hicieron a través de las islas griegas desde Turquía.