Remodelar la estructura de la ayuda humanitaria para hacerla más eficiente, coordinada y coherente: es el principal objetivo de primera Cumbre Humanitaria Mundial que concluye este martes en…
PUBLICIDADRemodelar la estructura de la ayuda humanitaria para hacerla más eficiente, coordinada y coherente: es el principal objetivo de primera Cumbre Humanitaria Mundial que concluye este martes en Estambul.
Durante dos días, los 5.200 participantes en el evento organizado por el Secretario General de la ONU han compartido propuestas para mejorar la asistencia a los 130 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, entre ellas más de 60 millones de desplazados a la fuerza.
La necesidad de aligerar la burocracia y hacer hincapié en la prevención y la gestión de la escalada de riesgos han sido dos de las principales conclusiones de los reunidos:
Kate Gilmore, diputada adjunta del Alto comisionado de la ONU para los derechos humanos:
“Un dólar invertido ahora en la defensa de los derechos humanos va a facilitar el ahorro de miles de millones a largo plazo, por lo que tenemos que dejar atrás el enfoque a corto plazo en la acción humanitaria, y comenzar una partida que será larga para que el mundo sea más seguro a largo plazo.”
Aunque la financiación humanitaria es actualmente 12 veces mayor que hace 15 años, el sistema no puede mantener el ritmo, como muestra la crisis migratoria en Europa.
Uno de los principales logros de la cita ha sido el llamado “gran trato” para aligerar la reducir los costes de administración de las ayudas en mil millones de dólares anuales.
El secretario general de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, ha valorado positivamente el impacto que tendrá proporcionar el 25 por ciento de la financiación humanitaria directamente a las agencias locales y nacionales de aquí a 2020.
Elhadj As Sy, secretario general de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja:
“Financiar es una expresión de algo que es mucho más profundo. No se trata sólo de dinero, sino de un reconocimiento de la escala y la magnitud de los desafíos que enfrentamos. Todos queremos un mejor ecosistema humanitario, todos queremos más eficacia con menos costes de transacción y lo más importante: todos queremos que los resultados tengan más impacto en las personas que más lo necesitan “
La difícil situación de los niños atrapados en la crisis migratoria ha sido uno de los asuntos centrales de la cita, en especial, el acceso a la educación. Se calcula que cerca de 75 millones de niños que viven en zonas afectadas por la guerra o por desastres naturales dejaron de ir al colegio el año pasado, sin embargo, sólo un 2% de los fondos humanitarios van a la educación.
Chystos Stylianides, Comisario Europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis:
“Ya he decidido multiplicar por cuatro nuestro presupuesto para educación en situaciones de emergencia porque la educación para nosotros es un escudo contra la radicalización contra el reclutamiento y el matrimonio forzado, y por supuesto, es la base para todo lo demás.”
También ha habido críticas a la gestión europea de la crisis migratoria, y en particular sobre que fronteras abrir a los refugiados que intentaban llegar al norte de Europa.
Irena Vojackova, directora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) en Serbia:
“Yo hablaría del caso de Serbia como ejemplo del resultado de la ausencia de intervención europea. No se adoptó ninguna decisión sobre cómo clasificar a los refugiados y a los inmigrantes ni sobre cómo enfocar el problema, por lo tanto tuvimos grandes flujos migratorios a través del país.”
Precisamente las condiciones en las que malviven los 60 millones de refugiados que hay en el mundo han llevado a Médicos Sin Fronteras a no participar en la cumbre como señal de protesta. Una de sus principales críticas: que no se aborde el humanitarismo, sino que esté centrada en un marco más amplio de ayuda al desarrollo.