El conductor del tren descarrilado en Nueva Jersey se explica ante la policía

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Las autoridades estadounidenses investigan las causas del accidente ferroviario que este jueves a estremecido a la nación. Al menos un pasajero ha muerto y más de un centenar de personas han resultado heridas después de que un tren se estrellara contra los andenes al entrar en la estación de Hoboken, en Nueva Jersey. Entre los heridos hay una docena en estado grave; entre ellos, el conductor del convoy, que está colaborando con la policía. Amie Weatherhead iba en uno de los vagones traseros.

“Cuando el tren se paró”, relata, “vimos que había muchos pasajeros atrapados y tuvimos que salir por la ventana. La policía intentaba rescatarlos. Y cuando el conductor salió del tren vimos que estaba completamente ensangrentado. Fue entonces cuando nos dimos cuenta de que había otros heridos en estado grave. Sólo sentí la fuerza del impacto, pero eso no es nada en comparación a lo que debieron sentir los que iban en el primer vagón”.

“Soy ingeniero”, añade William Blaine, otro testigo. “Y sé que a setenta kilómetros por hora con un coche es relativamente fácil pararse. Pero tratándose de un tren a esa velocidad, aunque intentes efectuar una frenada de emergencia, no se parará hasta transcurridos dos kilómetros más o menos”.

Al descarrilar, el tren se empotró contra un muro que comunicaba con el vestíbulo de la estación y tumbó uno de los pilares que sostenían el techado de los andenes.

El accidente tuvo lugar hacia las ocho y media de la mañana, hora punta. El destino del tren era Nueva York, a sólo diez kilómetros de donde se produjo el siniestro, y venía de Spring Valley con 250 pasajeros a bordo.