Por primera vez en cuatro años, tanques de las fuerzas armadas del Gobierno sirio cruzaron la primera línea en el campo de batalla en la ciudad de Alepo.
PUBLICIDADPor primera vez en cuatro años, tanques de las fuerzas armadas del Gobierno sirio cruzaron la primera línea en el campo de batalla en la ciudad de Alepo. Esta ofensiva, apoyada por Rusia, pretende recuperar el este de la ciudad tomada por grupos rebeldes.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las fuerzas de al Asad avanzan gradualmente después de varias disputas en esta ciudad que está dividada y controlada, una parte de ella, por grupos insurgentes.
Por otro lado, misiles antiaéreos S-300 fueron desplegados por Moscú en el suroeste de Siria. El Ministerio ruso de Defensa reveló este hecho, argumentando que el objetivo era el de proteger la base naval que Rusia tiene en el mar mediterráneo.
Moscú declaró que la batería de misiles antiaéreos está destinada a garantizar la seguridad de la base naval de Tartús y de los buques emplazados en la zona costera.
Moscú adoptó la medida después de que Washington suspendiera la cooperación con Rusia para la búsqueda de un arreglo al conflicto sirio por la ofensiva de las fuerzas sirias y rusas en Alepo. Las negociaciones y los intentos de un alto el fuego duradero ya se habían frustrado antes de la instalación de este sistema nunca antes desplegado fuera de Rusia.
Moscú ocupa además una base aérea en la ciudad de Latakia, ambas leales al Gobierno de al Asad, que ya tenía desplegada una batería antiaérea S-400 Triumf, más avanzada, en esta misma cuidad.