James Nachtwey, fotógrafo contra la guerra, premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades

James Nachtwey, fotógrafo contra la guerra, premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades
Por Luis Carballo
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James Nachtwey es uno de los grandes fotógrafos de nuestro tiempo.

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James Nachtwey es uno de los grandes fotógrafos de nuestro tiempo. Desde hace casi cuatro décadas ha visto el sufrimiento cara a cara, ha mostrado la pobreza, el hambre, las enfermedades, los conflictos. Decidió convertirse en fotógrafo de guerra después de ver las imágenes de Vietnam tomadas por reporteros como Don McCullin, sobre todo por la enorme fuerza de esas fotografías para incitar a la gente a rebelarse contra la guerra.

Aunque ha pasado casi toda su carrera en zonas de guerra, se presenta a sí mismo como un fotógrafo contra la guerra que todavía cree en el poder de las imágenes para evitar que haya guerras.

Acaba de ser galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades.

- Luis Carballo, Euronews: ¿Por qué hace este trabajo, especialmente, la parte de la guerra? El fotógrafo británico, Don McCullin, dice que sólo se puede ser fotógrafo de guerra a largo plazo si tiene un propósito ¿Cuál es el suyo?

- James Nachtwey: Que la gente sepa lo que pasa en el mundo. Y cuando hay una guerra hay tanto en juego para la gente involucrada en la guerra y para el resto del mundo …
Las fotografías pueden situarse detrás de ese muro político que siempre rodea todas las guerras. Se crea una especie de justificación para quienes dirigen la guerra. Y los fotógrafos están sobre el terreno ven lo que les pasa a los seres humanos uno a uno. Muestran los efectos de la guerra y controlan a quienes toman las decisiones y a los políticos que llevan adelante la guerra. Y esta es una forma en la que se puede manifestar la opinión pública para forzar un cambio.

- L.C,E: ¿Cree que una imagen puede ser un antídoto contra la guerra?

- J.N.: Sí. Creo que, de alguna manera, una foto que muestra la verdadera cara de la guerra, es una fotografía contra la guerra. En mi experiencia personal, viendo lo que la guerra le hace a la gente y a las sociedades, es muy difícil de defender algo así. Así que que las fotografías que muestran la verdadera cara de la guerra creo que, de alguna manera actúan contra el uso de la guerra como un medio más de la política.
Creo que hay cosas por las que vale la pena luchar en esta vida, y creo que la gente tiene que defenderse, pero también creo que debemos de ser conscientes de a dónde nos lleva la guerra, de cuáles son las consecuencias inevitables de la guerra en términos humanos.
Y nunca debemos olvidarlo y debemos meditar profundamente sobre ello antes que la gente se comprometa a luchar en una guerra.

- L.C,E: Usted ha cubierto decenas de guerras. ¿Hay alguna que le haya marcado en especial?

- J.N.: Cuando alguien está sufriendo, cuando alguien es una víctima es difícil decir que uno es más importante que otro. Creo que todos son importantes por igual. Pero una vez dicho esto, el genocidio de Ruanda fue tan extremo e insólito que fue para mi algo de hecho muy difícil de entender. No me cabía en la cabeza cómo podía ser que entre ochocientas mil y un millón de personas fueran asesinadas por sus compatriotas en tres meses, utilizando herramientas agrícolas como armas.
Hay un momento que se produce cuando alguien levanta un machete o un hacha sobre la cabeza de una persona inocente; ¿qué es lo que le permite descargar ese arma contra sus vecinos? La verdad es que es algo que no puedo entender.

- L.C,E:La mayor parte de su trabajo está en blanco y negro. Si su propósito es reflejar la realidad, esa realidad no transcurre en blanco y negro sino en color. ¿Por qué el blanco y negro?

- J.N.: Así es, el blanco y negro no es real, es abstracto. Pero lo que si creo que hace, es destilar la esencia de lo que está sucediendo realmente, ya que el color por sí mismo ya es un fenómeno con fuerza, en un sentido físico, de una forma que compite con lo que está sucediendo en la foto. Trata de convertirse en el protagonista de la imagen. Por lo tanto, si lo pasas al blanco y negro, destilas la esencia de lo que está ocurriendo sin competir con el color.

- L.C,E: ¿Cual es la diferencia entre una buena foto y una foto icónica? ¿Qué hace de una foto un icono?

- J.N.: Tiene que ser algo muy fuerte, auténtico y profundamente humano expresado a través de la imagen. Tiene que ser una situación que tenga importancia histórica, y ya sabe, en el periodismo hay que estar en el lugar exacto en el momento exacto, algo que suena simple, pero que en realidad, es extremadamente difícil, como usted sabe.
Creo que tiene que tener la condición de conciencia pública de un determinado hecho; que tiene que llegar a un cierto punto antes de que una imagen pueda convertirse en icónica.
Por ejemplo, la foto del niño Aylan Kurdi que se ahogó en la costa de Turquía, se produjo en un momento en que el mundo era lo suficientemente consciente de esta situación.
Luego aglutinó a la opinión pública en torno a ella. La foto de Kim Phúc, la niña que corría quemada por napalm en la guerra del Vietnam; se hizo en un momento en el que no había suficiente conciencia de esa guerra y hubo protestas contra la guerra. Entonces, esa imagen, una vez más, aglutinó a la opinión pública.

- L.C,E: Hablando de esto: imágenes impactantes y medios de comunicación. Usted sabe de primera mano que los editores son reacios a mostrar este tipo de fotos; ha mencionado el ejemplo Aylan Kurdi, que es un muy buen ejemplo y el argumento más utilizado es que publicar esas imágenes de algún modo socavaría la dignidad de las víctimas. ¿Para usted esto tiene algún sentido?

- J.N.: Que la gente sufra no quiere decir que no tenga dignidad. Que la gente tenga miedo no significa que carezca de valor. Que la gente soporte circunstancias difíciles no significa que no tengan esperanza.
Así que las imágenes no menoscaban la dignidad, no necesariamente. No creo que la imagen de Aylan Kurdi minara su dignidad. Creo que ha creado una gran cantidad de simpatía por el niño, por su familia y por todos los inmigrantes.
Si esta imagen no fuera digna de alguna manera, si no reconociera el sacrificio que se ha hecho, entonces la foto no habría tenido ningún efecto.

Puede escuchar el audio íntegro de la entrevista en inglés en este enlace

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