Mientras avanza la batalla por recuperar el oeste de Mosul de las manos del grupo Estado Islámico, la ONU teme por los civiles que viven en la ciudad.
La batalla por recuperar el oeste de Mosul al grupo Estado Islámico se cobró las primeras víctimas civiles: la aviación estadounidense destruyó el pasado sábado un centro de mando y de propaganda de los yihadista que se encontraba dentro de un hospital, según DAESH, que denuncia las víctimas civiles que según ellos dejó el bombardeo.
El grupo Estado Islámico controla todavía la parte occidental de la segunda ciudad más importante de Irak. La policía federal y las tropas de élite iraquíes, que lideran la ofensiva, avanzan ya hacia el aeropuerto de Mosul desde el sur, desde donde esperan reconquistar el resto de la parte oeste, tras haber reconquistado la zona este en enero.
La zona oeste está más poblada que la este, con cerca de 650.000 civiles que residen en un dédalo de calles. La ONU trabaja ya contrareloj para instalar campamentos para los refugiados que huyen de la batalla. Según las Naciones Unidas, más de la mitad de los fallecidos desde el inicio de la batalla de Mosul son civiles.
Las calles estrechas y tortuosas de la zona oeste de Mosol podrían complicar el avance de las tropas iraquíes y más fácil el emboscamiento de los yihadistas, especialistas en tender trampas.