Brasil encadenó en 2016 su segundo año consecutivo de recesión, algo que no ocurría desde los años treinta del siglo pasado.
Brasil encadenó en 2016 su segundo año consecutivo de recesión, algo que no ocurría desde los años treinta del siglo pasado. “Los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE)”: http://saladeimprensa.ibge.gov.br/noticias?view=noticia&id=1&busca=1&idnoticia=3384empeoran incluso la previsión del Gobierno para 2016. Inicialmente, este había calculado un retroceso del tres y medio por ciento. Pero la caída real ha sido del 3,6. En 2015, la recesión ya fue del 3,8. En el último trimestre de 2016, la bajada se situó en el dos y medio.
Estas cifras hacen al eco al lamentable estado de las instalaciones olímpicas en Rio de Janeiro medio año después de los Juegos. Un negro símbolo de lo que ha acontecido al país en los últimos meses. Justo en agosto pasado, Dilma Rousseff era destituida para dar paso como presidente a Michel Temer quien ha puesto en marcha un duro e impoular ajuste fiscal. Mientras tanto, el paro se eleva al 12,6 por ciento de la problación. Y para este año, la previsión de crecimiento se limita a medio punto.