PUBLICIDADEl presidente brasileño, Michel Temer, absuelto en el juicio sobre presunta corrupción en la campaña electoral de 2014.
La decisión por cuatro votos a favor y tres en contra, refleja la división en un tribunal que por primera vez sienta en el banquillo al ticket ganador de unas presidenciales.
Aunque el veredicto supone un balón de oxígeno para el presidente, que ha superado su primer obstáculo para mantener el poder, aún tiene pendiente la investigación en la Corte Suprema por presunta corrupción, obstrucción a la justicia y asociación ilícita.
También ha sido absuelta en el mismo juicio la ex presidenta Dilma Rousseff, destituida el año pasado por un manejo irregular de los presupuestos, y sustituida por Temer, su hasta entonces vicepresidente.
Aunque la presión judicial en torno a Temer se afloja, la popular aumenta; los actos para pedir la dimisión del mandatario se multiplican en diferentes puntos del país, sobre todo desde la divulgación de unas grabaciones en las que directivos de un grupo cárnico supuestamente sobornan al presidente. Además de la oposición, algunos sectores oficialistas piden su renuncia, lo que ha debilitado políticamente tanto a Temer como al propio Gobierno.