PUBLICIDADLa ONU apunta con su dedo acusador a las autoridades de la República Democrática del Congo, que parecen estar detrás de una nueva milicia que está perpetrando atrocidades en la región congoleña de Kasai. En esta región del centro del país, la violencia está adquiriendo niveles de horror, con miles de muertos y más de un millón de desplazados, según distintas fuentes.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, ha reclamado la apertura de una investigación internacional independendiente sobre esta nueva milicia, denominada Bana Mura, y sobre las denuncias de torturas y actos de brutalidad extrema que relatan las víctimas.
“Cuarenta y dos fosas comunes han sido documentadas en Kasai por las oficinas de Derechos Humanos. Y tal vez haya más. Muchos refugiados han relatado a mi equipo que fueron forzados a enterrar víctimas en otras fosas comunes”, dijo Zeid ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Los relatos de los testigos hablan de mutilaciones de niños, violaciones y asesinatos inhumanos de embarazadas y otras personas, muertas a machetazos o quemadas vivas. Según la Iglesia Católica, al menos 3300 personas han perecido en Kasai en 8 meses y veinte pueblos han sido arrasados por el Ejército o la milicia Kamuina Nsapu.