Croacia quiere poner coto al turismo de borrachera. Varios municipios de las islas del Adriático han aprobado nuevas ordenanzas cívicas con duras sanciones a quienes vayan semidesnudos, vomiten o beban sin control en las calles. En Hvar, uno de los destinos más populares, las multas van desde los 500 euros por ir, por ejemplo, sin camiseta, hasta los 700 euros por domir al raso.
New Signs in Hvar Town explaining what is, and what is not, acceptable, with fines from 500-700 euro https://t.co/t68XX0TJ9i
— Visit-Hvar (@visithvar) 9 de julio de 2017
Y esto dicen los turistas: “Me parece bastante ridículo porque es mucho dinero por vestir con un bañador. Pienso que debería permitirse en esta zona porque hace mucho calor en el exterior, creo que todos pensamos lo mismo”, comenta una turista sueca. “Creo que está bien porque hay que respetar a los demás, y si uno no respeta las normas, esto repercute negativamente para todos los turistas”, explica un visitante francés.
El problema afecta a multitud de destinos turísticos de la costa mediterránea. En el área de Magaluf, en el municipio de Calvià en Mallorca, las autoridades han recibido con satisfacción el anuncio de la próxima modificación de la Ley de turismo de Baleares para limitar la venta y distribución de alcohol del “todo incluido” del que abusan muchos jóvenes, en su mayoría británicos.