El grupo yihadista autodenominado Estado Islámico reivindicó en la noche del jueves la autoría del atentado perpetrado en Barcelona que ha causado al menos trece muertos y cerca de un centenar de heridos.
Pasadas las cinco de la tarde del jueves una furgoneta partió de la estación de metro de las Ramblas, circuló por el carril peatonal y arrolló durante poco más de medio kilómetro circulando haciendo eses a los peatones que se encontraban paseando. La camioneta se paró prácticamente a la entrada del teatro del Liceo. Los equipos de emergencias sanitarias desplegaron un amplio dispositivo de asistencia a las víctimas. Se vivieron escenas de pánico, con gente huyendo en grupos muy asustada, refugiándose en comercios y viviendas tras el atropello.
Agentes de policía, arma larga en ristre, registraron locales calle por calle a la búsqueda del conductor, a medida que pasaba el tiempo fueron dos las personas buscadas por la policía.
La policía desalojó las calles periféricas, cerró estaciones de metro, evacuó la Plaza de Cataluña y trazó un amplio perímetro de seguridad mientras pedía a quienes se encontraban en la zona que se mantuvieran en el interior de casas y comercios.
Durante la madrugada del jueves al viernes, otro atentado se produjo en la localidad de Cambrils, donde un vehículo atropelló a seis personas, provocando una víctima mortal. Los cinco autores del ataque fueron abatidos por la Policía.