Como no podía ser de otra forma, se fue por la puerta grande. El británico Mo Farah se despidió de las pistas, para pasarse al asfalto, logrando el triunfo en la final de los 5.000 metros de la Liga Diamante de Zúrich.
En una recta final brillante, Farah, con cuatro oros olímpicos y seis títulos mundiales, aguantó el ataque de tres rivales y se impuso con apenas cuatro centésimas menos que Paul Chelimo y Muktar Edris. Chelimo fue posteriormente descalificado por empujar a este último en la línea de meta.
Menos inspirado estuvo el estadounidense Justin Gatlin, que destronó al jamaicano Usain Bolt en la final de los 100 metros en los Mundiales de Londres. Gatlin, que buscaba su cuarto diamante en dicha prueba, solo pudo ser cuarto en una carrera que se llevó el británico Chijindu Ujah.