1-O: Resumen de la mañana de la jornada del referéndum de independencia de Cataluña.
Durante la madrugada, muchos catalanes decidieron desplazarse a sus colegios electorales. A primera hora de la mañana algunos municipios como el de Lliçà d’Amunt (Barcelona) organizaron chocolatadas para reunir a sus vecinos y evitar el precinto de los colegios electorales por los Mossos d’Esquadra, previsto a las 6h. Sin embargo, la policía catalana visitó los colegios, levantaron acta y se marcharon, lo que provocó un sentimiento de entusiasmo y tranquilidad que se extendió por toda Cataluña.
En torno a las 8 de la mañana, el Portavoz del Gobierno catalán, Jordi Turull, y el Ministro de Exteriores catalán, Raúl Romeva, dieron una rueda de prensa en la que afirmaron que, pese a las intervenciones en las redes de telecomunicaciones por parte de las autoridades españolas, los catalanes iban a poder votar gracias a un nuevo censo electrónico universal. Turull tranquilizó a los ciudadanos asegurando que el referéndum se iba a celebrar “con garantías”.
A las 9 de la mañana los colegios electorales abrieron y los ciudadanos comenzaron a votar. Sin embargo, a la misma hora, Enric Millo, Delegado del Gobierno español en Cataluña, compareció diciendo que “se veían obligados a hacer lo que no queríamos hacer”. Minutos después, la Guardia Civil y la Policía Nacional llegaron a los colegios electorales. El primer objetivo: el colegio electoral de Carles Puigdemont, en San Julián de Remis, donde el Presidente de la Generalitat tenía programado votar a las 9h30. Las fuerzas policiales forzaron a los presentes a desalojar el recinto y entraron a la fuerza para evitar el referéndum.
Las primeras imágenes de desalojos a la fuerza e incluso de heridos comenzaron a circular en las redes sociales. A las 11h39 la Consejería de Salud catalana dio un primer balance de heridos: 38, 3 de ellos graves. Entretanto, Puigdemont consiguió votar en otro colegio electoral, en Cornellá del Terri (Girona) antes de volver a San Julián de Remis donde compareció ante la prensa para denunciar la “brutalidad policial” del Gobierno español, que calificó de “injustificada, desmedida y responsable”.
Muchos catalanes esperan para votar mientras que en las calles continúan los enfrentamientos con la policía.
Otros miembros del Govern como Oriol Junqueras también han podido votar.