Ai Weiwei inaugura varias instalaciones al aire libre sobre la inmigración y la crisis de los refugiados. Son las mayores obras del artista chino en pleno Nueva York. Para Weiwei es la respuesta a la división política y al resurgimiento del nacionalismo antiinmigración.
Para el artista chino disidente la tolerancia va a menos y las nacionalidades, raza y religiones separan cada vez más: “Creo que vamos marcha atrás; contra la libertad, contra la humanidad, contra la comprensión de nuestro tiempo, así que he hecho un trabajo en relación con toso ello”.
Nicholas Baume, director del Fondo de Arte Público, ha esperado ocho años para trabajar con Weiwei en una exposición. Recaudó 90.000 euros en Kickstarter para el proyecto:“Las obras se verán en más de 300 sitios en toda la ciudad, en todos los distritos de la exposición y Buenas vallas hacen buenos vecinos así que llegará a millones de personas durante su periplo hasta mediados de febrero”.