El millonario “antisistema” Andrej Babis, apodado por algunos como el Trump nacional, ha sido el gran ganador de las elecciones legislativas de la República Checa. Su partido, la Alianza de Ciudadanos Descontentos (ANO), ha conseguido 11 puntos más que en 2013, aunque necesitará de otras fuerzas para formar Gobierno. Entre otras políticas Babis apuesta por restringir la inmigración ilegal.
“Tenemos que pelear por nuestros intereses. Estamos el núcleo duro de la UE y de la OTAN. Me gustaría que alguna gente dejara de temer que nos volquemos hacia el este. La UE tiene que pensar, pensar sobre por qué el Reino Unido está dejando la unión. La UE tiene que dejar de hablar de una Europa a dos velocidades”, ha dicho Babis tras conocerse los resultados.
Hasta que fue destituido en mayo, Babis ejerció de viceprimer ministro y responsable de Finanzas en el Ejecutivo de coalición liderado por los socialdemócratas, que han sufrido un descalabro que les ha llevado de ser primer partido al sexto, superado entre otros por el partido Pirata y el xenófobo SPD.
Babis promete luchar contra la corrupción, de la que acusa a la política tradicional, rechaza el euro, las cuotas de refugiados decididas por la Unión Europea y se presenta como un “antisistema”.