El Ejecutivo está formado por una coalición entre el Partido Popular y el Partido Liberal, fundado por antiguos nazis tras la Segunda Guerra Mundial
Las austriacos denuncian el giro a la extrema derecha de su Gobierno. Unas 20.000 personas, según la policía, han salido a las calles de Viena para protestar contra la políticas, especialmente en materia de inmigración de la coalición compuesta por el Partido Popular y el euroescéptico y xenófobo Partido Liberal (FPÖ), fundado por antiguos nazis tras la Segunda Guerra Mundial.
El Ejecutivo ha reducido los subsidios de los solicitantes de asilo, rechaza el reparto dictaminado por la Unión Europea y pretende igualar las ayudas familiares de los extranjeros a las de sus países de origen. El último episodio que ha causado indignación ha sido la propuesta del ministerio de Interior, Herbert Kickl, del FPÖ, de que las personas que llegan a Austria buscando asilo se queden "concentrados". También la cartera de Exteriores y Defensa están en manos de la misma formación.
La concentración ha sido convocada por la Plataforma por una política de asilo humanitaria y dos organizaciones de ideología izquierdista. Los manifestantes, que no han provocado incidentes y han estado escoltados por unos 1.300 policías, han pedido a la Unión Europea que ignore a su país, el cual ocupará la presidencia rotatoria de la Unión Europea en el segundo trimestre de este año.