La resolución la tomó la cúpula del Congreso Nacional Africano en Pretoria en la madrugada de este martes tras más de diez horas de discusiones.
La urgencia por la salida prematura del presidente de Sudáfrica Jacob Zuma, con mandato hasta 2019, viene determinada por su mala imagen surgida de los graves escándalos de corrupción que le rodean.
Desde que el año pasado fuera elegido Cyril Ramaphosa como secretario general del Congreso Nacional Africano Zuma se ha negado en varias ocasiones a dimitir en su segundo mandato presidencial.
En las calles la paciencia se acaba: "Si yo fuera Zuma dimitiría porque el mandato se acabó. Le detesta todo el mundo. Lo mejor que puede hacer es irse" aseguró un vecino de Pretoria.
Algunos ciudadanos piden que sea juzgado:* "Creo que sin ninguna duda es hora de que dimita, que dimita y deje el cargo; y que sea procesado también".*
Zuma está implicado en casi 800 cargos por corrupción relativos a contratos de armas de finales de los años noventa. También está afectado `por las investigaciones por haber usado el Estado para favorecer a empresarios amigos con concesiones públicas millonarias.