La fuerte hiperinflación que sufre el país y la imposibilidad de los ciudadanos de llevar tanto efectivo ha disparado el uso de aplicaciones móviles de pago.
A falta de billetes, bueno es el pago electrónico. La fuerte hiperinflación que sacude hoy por hoy Venezuela y la enorme dificultad de contar con dinero en efectivo se ha traducido en el sorprendente e inesperado auge de ciertas aplicaciones móviles. Con ellas, el cliente realiza cualquier pago, desde plátanos a gasolina, sin necesidad de llevar encima los muchos billetes que necesitaría para pagar por ello.
"En mi caso es una cosa muy práctica", nos reconoce una ciudadana en pleno mercado de Caracas. "Te facilita la transacción y te evita las colas".
Aplicaciones como Vippo y Tpago son actualmente las mejores aliadas tanto de vendedores como de clientes, ambos víctimas de la crisis de efectivo que hace imposible pagar con papel. Un café en Caracas cuesta 45.000 bolívares.
Los bancos también se han sumado a la fiebre del pago electrónico creando diferentes aplicaciones para unos consumidores a los que solo se les permite sacar 10.000 bolívares al día. (El sueldo medio integral en Venezuela de 797.000). Con este nuevo sistema el ciudadano trata de ahorrarse las enormes colas que cada día se forman en los cajeros. El Gobierno, por su parte, también sale ganando:
"Al final al Gobierno también le interesa salir del efectivo", nos dice Miguel León, creador la existosa App Vippo. "El efectivo le cuesta dinero al Gobierno. Emitir el papel, manterner el papel, transportarlo... todo eso cuesta dinero".
La llamada "billetera digital" creada por Maduro con la que se prevé pagar las ayudas sociales a través de un pago en línea es otro indicativo del incierto futuro del dinero venezolano. Queda por resolver, no obstante, como se desenvolverían los muchos ciudadanos que no tienen ni cuenta bancaria, ni móvil.