El candidato a las elecciones generales de Italia por el Movimiento Cinco Estrellas, Luigi di Maio, se presentó como "vencedor absoluto" y avanzó que está abierto a negociar con otros partidos ante la ausencia de una mayoría.
"Tenemos el derecho y el deber de gobernar". Es lo que ha dicho el jefe de la ultraderechista Liga (antigua Liga Norte), Matteo Salvini.
La coalición de centroderecha con la que concurría a las legislativas italianas, con Forza Italia de Silvio Berlusconi, la ultraderechista Hermanos de Italia y la conservadora Quarto Polo, como socios, ha sido el bloque más votado. Dentro de la alianza, la Liga ha sido la que más voces ha cosechado, un 18%, arrebatando el liderazgo a Forza Italia de Berlusconi.
Con en torno a un 37% de los votos, la coalición de centroderecha está lejos de una mayoría que le permita gobernar. Salvini ha rechazo cualquier acuerdo con los populistas del Movimiento 5 Estrellas, partido más votado, con algo más de un 32% de las papeletas. Está dispuesto a hablar con todas las formaciones, ha señalado, aunque asegurando que que no participará en una coalición de sopa "minestrone", en referencia a un amplio Gobierno de coalición.
"Es una victoria extraordinaria, que me llena de orgullo, alegría y responsabilidad, porque millones de italianos han pedido retomar el control de este país y liberarlo de la precariedad y la inseguridad, de las decisiones tomadas por Renzi, de Bruselas...", ha declarado Salvini, en rueda de prensa.
Sobre la posibilidad de ser el próximo primer ministro, ha dicho que es el presidente de la República, Sergio Matarella, quien debe encomendar la formación de Gobierno y estudiar "quién tiene los números más cercanos a la realidad".