Los jóvenes estadounidenses inundan las principales ciudades del país para reclamar un mayor control en la venta de armas de fuego
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Los jóvenes estadounidenses han tomado la iniciativa y también las calles de todo el país para reclamar medidas para el control de la venta de armas de fuego.
Es la "Marcha por Nuestras Vidas", una jornada en recuerdo de las últimas 17 víctimas mortales de la enésima masacre, que tuvo lugar en un instituto de Florida el pasado 14 de febrero.
La manifestación más importante tiene lugar en Washington D.C.
Para muchos, ha sido la gota que ha colmado el vaso. Una frustración que ha ido en aumento día a día ante la inacción de los poderes públicos, más que reticentes a ir contra la siempre poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA).
Para otros la posibilidad de tener un arma de fuego es un derecho constitucional, un símbolo fundamental de su libertad de expresión.
Las armas provocan cada año la muerte de 30.000 personas en Estados Unidos.