Exteriores asegura que "la intimidación económica y la hegemonía" estadounidenses han terminado.
PUBLICIDADChina ha instado a los miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a pararle los pies a Estados Unidos para que no arruine la institución. El enviado especial del gigante asiático ante la OMC les ha pedido que se opongan a sus nuevos aranceles.
Al mismo tiempo, desde Pekín, el ministerio de Exteriores ha asegurado que "la intimidación económica" y "la hegemonía" de Estados Unidos "han terminado", aunque ha dejado abierta la puerta al diálogo.
"Sobre las cuestiones económicas y comerciales, y las diferencias entre China y Estados Unidos, siempre hemos dicho que China está dispuesta a negociar para gestionar esas discrepancias, sobre la base del respeto y el beneficio mutuo. Nuestra puerta siempre ha estado abierta al diálogo", ha declarado Hua Chunying, portavoz de Exteriores de China.
Según el Wall Street Journal, la Casa Blanca envió una carta, la semana pasada, a Pekín, en la que le pide que reduzca los aranceles a los coches estadounidenses, compre más semiconductores fabricados en Estados Unidos y que dé a las empresas de este país un mayor acceso a su mercado financiero.
China ha aceptado, de momento, comprar más semiconductores estadounidenses, en detrimento de los de Corea del Sur y Taiwán, para ayudar a reducir el superávit comercial con Estados Unidos.
"Es muy importante para China y Europa insistir en el cumplimiento de las reglas de la OMC, unas normas globales, que hemos negociado durante mucho tiempo y acordado. Estados Unidos no puede actuar unilateralmente contra esas reglas", ha señalado el economista Jeffrey Sachs, profesor de la Universidad de Columbia y asesor especial del secretario general de la ONU.
Mientras Pekín y Washington intercambian amenazas, crece la preocupación de los consumidores chinos, que se preguntan cómo afectará a sus bolsillos la guerra comercial.