El encuentro se produce tres días después de la vista del presidente francés, Emmanuel Macron.
PUBLICIDADLa recepción a la canciller alemana dista mucho de la que se desplegó ante el presidente francés, Emmanuel Macron, con alfombra roja y honores militares.
Angela Merkel solo disfrutará de una breve comida de trabajo a la que le seguirá previsiblemente una rueda de prensa conjunta.
Ambos mandatarios no disfrutan de la misma sintonía como ya se vio en el encuentro del año pasado, cuando Trump se negó a estrechar la mano de la canciller ante la prensa.
Merkel busca con esta visita convencer al presidente estadounidense de mantener el acuerdo nuclear iraní así como debatir los aranceles de Estados Unidos a la importación de acero y aluminio procedentes de la Unión Europea, que podrían entrar en vigor el 1 de mayo. Algo que afectaría a la industria del automóvil alemana.