Irak vota libre del Dáesh. Los iraquíes acuden a las urnas para renovar el parlamento por vez primera desde que el primer ministro saliente proclamara la derrota total de los yihadistas el pasado mes de diciembre.
Predicar con el ejemplo. Como el presidente iraquí, Fuad Masum, los principales líderes políticos iraquíes se han apresurado a ejercer su derecho de voto en las primeras elecciones legislativas desde que Haider al Abadi, primer ministro y gran favorito, declarara la derrota del grupo Estado Islámico.
Si se cumplen los pronósticos, el futuro Gobierno de Abadi tendrá que lidiar con las aspiraciones independentistas de Nechirvan Barzani, primer ministro del kurdistán iraquí. Los principales rivales de Al Abadi son dos coaliciones chiíes, la que encabeza el exprimer ministro Nuri al Maliki, creada de una escisión del gubernamental Dawa, y la que lidera el clérigo radical Muqtadar al Sadr. Ambos defienden posiciones más cercanas a Irán que la que ha mantenido el ejecutivo saliente, que trató de recuperar los lazos con Arabia Saudí.
A pesar de la derrota del Dáesh, muchos iraquíes han tenido que vencer su miedo para ir a votar, ya que la violencia yihadista sigue presente en la actualidad iraquí con atentados casi diarios en ciudades como Bagdad o Kirkuk