La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon se reúne en Bruselas con el jefe negociador de la Unión, Michel Barnier para tratar algunas de las consecuencias del Brexit.
A la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon le preocupa que con el Brexit, Irlanda del Norte salga mejor parada que Escocia. Una inquietud que ha transmitido este lunes al jefe negociador de la Unión, Michel Barnier. Le ha reiterado su deseo de que Escocia, que en el referéndum votó mayoritariamente por quedarse en la Unión, continúe formando parte del mercado único. Para evitar que entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda se levante lo que se conoce familiarmente como "frontera dura", Bruselas ha insinuado en varias ocasiones que las condiciones serán más flexibles con Belfast. Un trato de favor, según explica Sturgeon, sobre el que espera que Theresa May recapacite. Aunque le ofrece otra opción: que Escocia no abandone la unión aduanera.