El presidente ruso pasó alrededor de una hora y 20 minutos en la boda que se celebró en un viñedo en Gamlitz, Austria, antes de volar para reunirse con la Canciller alemana, Angela Merkel.
El presidente ruso, Vladimir Putin, protagonizó un polémico baile con la ministra austriaca de Asuntos Exteriores, Karin Kneissl, en su boda el sábado pasado.
La invitación del líder ruso a la ceremonia resultó controvertida, aún más después de que videos del baile comenzaran a circular en las redes sociales. Putin también regaló a la pareja un cuadro, un antiguo utensilio para extraer aceite y una tetera tradicional rusa.
Algunos usuarios no perdieron la oportunidad de reírse de la situación.
Los críticos consideran que esta decisión cuestiona la neutralidad política de Austria, que preside este semestre la Unión Europea y debe mediar en el conflicto del Este de Ucrania, un país que ha criticado la invitación de Putin al enlace.
La diputada ucraniana Hanna Hopko condenó las acciones de Kneissl en Twitter: "Una boda es algo privado. Sin embargo, no hace falta decir que, si invitas a Vladimir Putin a tu boda, ya no eres neutral. A partir de ahora, Austria no puede ser mediadora en Ucrania. Punto."
El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Pavlo Klimkin, también se expresó en Twitter, haciendo conocer su decepción.
Mientras tanto, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, defendió la asistencia de Putin a la boda frente a las agencias de noticias rusas.
La UE está en desacuerdo con Rusia por la anexión de Crimea. Muchos estados miembros de la UE le impusieron sanciones, como en el caso del envenenamiento del ex espía ruso Sergei Skripal y de su hija en suelo británico. El Reino Unido hizo responsable a Rusia por el incidente, aunque el país ha negado repetidamente su participación.
Austria había manifestado una posición neutral después de este hecho, ya que decidió no expulsar a los diplomáticos rusos. Actualmente, Austria ocupa la Presidencia del Consejo de la UE.
Kneissl, aunque no está afiliada a ningún partido político, fue nombrada ministra por el partido de extrema derecha Partido Liberal (FPO), que tiene un acuerdo de cooperación con el partido Rusia Unida de Putin.
El presidente ruso pasó alrededor de una hora y 20 minutos en la boda que se celebró en un viñedo en Gamlitz, Austria, antes de volar para reunirse con la Canciller alemana, Angela Merkel más tarde esa misma tarde.
Esta fue la primera vez en más de cinco años que Merkel y Putin entablaron conversaciones bilaterales. Los dos dirigentes debatieron varias cuestiones, como la necesidad de mantener el cese del fuego en Ucrania y el conflicto sirio.