Las elecciones de medio mandato aún no han terminado en Florida, cuyas autoridades electorales han ordenado realizar un recuento de papeletas en dos contiendas muy importantes, a Gobernador y al Senado, debido a la diferencia mínima de votos entre los candidatos demócrata y republicano.
Las elecciones de medio mandato aún no han terminado en Florida, cuyas autoridades electorales han ordenado realizar un recuento de papeletas en dos contiendas muy importantes debido a las diferencias mínimas en número de votos. A los candidatos demócrata y republicano a ocupar un escaño en el Senado estadounidense solo les separan 12.500 papeletas. A los candidatos a Gobernador, poco más de 33.000.
El candidato republicano a Gobernador, Ron de Santis, se muestra confizado: "Los resultados son claros e inequívocos, como lo fueron la noche del martes... y me siento honrado por la confianza que los votantes han depositado en mí para que sea gobernador", decía el sábado.
El demócrata Andrew Gillum, que reconoció la derrota cuando el recuento mostraba aún una diferencia de 80.000 votos, cambió de opinión al reducirse la distancia drásticamente:
"Sustituyo mis palabras de concesión por un llamamiento inflexible e inapelable para que contemos cada uno de los votos. Contemos cada voto. Y digo esto reconociendo que mi destino puede no cambiar", concedía el afroamericano Guillum.
Otros estados, como Georgia y Arizona, también están pendientes de conocer el resultado final de la contienda. En Georgia, la candidata demócrata Stacey Abrams está sufriendo presiones para que conceda la victoria al republicano Brian Kemp, que el sábado le aventajaba en unos 60.000 votos. En Arizona quien está por delante en el recuento es la demócrata Kyrsten Sinema, sin embargo, saca menos de 20.000 papeletas a su rival republicana y el sábado quedaban decenas de miles por escrutar.
Las elecciones de medio mandato han arrebatado el rodillo parlamentario al presidente Trump, que ha visto como la mayoría de la Cámara de Representantes pasaba a manos de los demócratas. Trump ha calificado el recuento en Florida como un intento de robo electoral.