La dirección general recaería en manos de Thierry Bolloré, mano derecha de Ghosn, y la presidencia en Jean-Dominique Senard, al frente de Michelin.
PUBLICIDADCarlos Ghosn ha dimitido como presidente de Renault. Su renuncia, la noche del miércoles, abre la puerta a "una nueva etapa" para el fabricante de automóviles francés, en la que el nuevo presidente deberá "reforzar la alianza" con Nissan y Mitsubishi, según fuentes del Gobierno galo, su mayor accionista.
Ghosn lleva más de dos meses encarcelado en Japón, acusado de cometer irregularidades financieras cuando estaba al frente de Nissan.
Renault decide ahora quien toma las riendas de la compañía. La dirección general operativa recaería en manos de Thierry Bolloré, mano derecha de Ghosn y quien ya ha estado ejerciendo esas funciones con carácter provisional estos últimos meses. Jean-Dominique Senard, al frente ahora del fabricante de neumáticos Michelin, asumiría una presidencia no ejecutiva. Hipótesis que toma fuerza tras las palabras del ministro de Economía y Finanzas francés, quien desde Davos ha dicho: Senard "será un excelente presidente".
"Tenemos el primer constructor mundial de automóviles. Esto se basa en la alianza entre ambos fabricantes, Renault y Nissan, y debemos consolidar esa alianza. Es la misión que esperamos del próximo presidente de Renault. Y la segunda cosa es hacer funcionar correctamente Renault, en el día a día, y asegurarse de que Renault sigue en la vanguardia en materia de tecnología, de inversiones, de vehículos autónomos, de vehículos eléctricos... Y ese será el papel de director general", ha declarado Bruno Le Maire, ministro francés de Economía y Finanzas.