Trump recibe en la Casa Blanca a la esposa de Guaidó. "Rusia tiene que irse", sentención el presidente estadounidense refiriéndose a la llegada de dos aviones rusos con militares a Venezuela.
PUBLICIDADRostros serios en la Casa Blanca durante la reunión entre Donald Trump y Fabiana Rosales, la esposa del líder opositor de Venezuela, Juan Guaidó. En la cita se habló de la llegada de soldados rusos al país.
"Rusia tiene que irse", sentenció Trump. El presidente estadounidense añadió que todas las opciones están sobre la mesa para conseguir que Moscú coopere.
El mensaje llegó tres días después de que dos aviones rusos aterrizaran en el principal aeropuerto de Venezuela, el de Maiquetía, cerca de Caracas, con unos 100 militares a bordo, según medio locales.
Trump también insinuó que Estados Unidos no puede aumentar mucho más la presión sobre Maduro si no es mediante la vía castrense, una semana después de afirmar que todavía podría implementar unas sanciones mucho más "duras" que las impuestas hasta ahora.
La esposa de Guaidó, recibida en el Despacho Oval de la Casa Blanca
Dos meses después de que Estados Unidos reconociera a Guaidó como presidente interino de Venezuela, su esposa se ha reunido con Donald Trump en el Despacho Oval de la Casa Blanca. Fabiana Rosales, que está en plena gira internacional para recabar apoyos para su marido, se ha sentado en la silla reservada normalmente para los dirigentes extranjeros.
"Venezuela está pasando por una crisis terrible. La crisis de poder es tan grave que los niños mueren en los hospitales y no hay comida para la gente", dijo la esposa de Guaidó.
Una situación política sombría a la que se suma la severa crisis económica y social que ha empujado a millones de personas a abandonar Venezuela desde que Nicolás Maduro llegó al poder hace seis años. La crisis se agudiza por los cortes en el suministro eléctrico que se han vuelto a registrar esta semana y que han dejado a oscuras a buena parte de la población.