"Cuando un equipo nacional juega, te representa, hay orgullo, y cuando el equipo gana aumenta el orgullo". Así expresaba Karim, un aficionado argelino que reside en Francia, la importancia de que su equipo se corone "rey de África" el viernes. Una emoción compartida con la afición rival.
PUBLICIDAD"Cuando un equipo nacional juega, te representa, hay orgullo, y cuando el equipo gana aumenta el orgullo". Así expresa Karim, un aficionado argelino que reside en Lyon, la importancia de que su equipo se corone "rey de África" este viernes. Una emoción compartida con la afición rival, sus vecinos senegaleses.
En Guillotière, uno de los barrios con más población africana de la tercera ciudad más grande de Francia, las dos aficiones se encuentran expectantes con la que podría ser la primera Copa de África para Senegal y la segunda para Argelia.
"Estoy muy contento por el norte de África y especialmente por los argelinos. Se lo merecen porque es un equipo muy bueno", explica a Euronews Benguira, mientras agita una bandera de Argelia en la puerta de su tienda.
Los argelinos representan la mayor comunidad extranjera en Lyon, con más de 50.000 censados en 2015, según el Instituto Francés de Estadística (Insee).
Este comerciante de padres tunecino-argelinos dice que la victoria de su equipo frente a Nigeria en las semifinales del domingo le hizo muy feliz por él, su familia e hijos y, sobre todo, "por todos los argelinos y toda la gente del norte de África".
Los aficionados argelinos sueñan con conseguir su segunda estrella, 29 años después de haber ganado la primera en casa contra la selección de Nigeria, mientras que los senegaleses esperan coronarse "reyes de África" por primera vez, 17 años después de jugar su última final, que perdieron contra Camerún.
A la pregunta de por qué esta victoria es tan importante para Argelia, su respuesta se dirige a la identidad nacional: "la Copa de África coincide con todo lo que ha estado sucediendo en Argelia últimamente".
Argelia vive una confusa situación política desde que el octogenario Abdelaziz Buteflika dejara la presidencia del país, después de meses de fuerte contestación en las calles. Mientras que el Ejército y el gobierno interino, afín al antiguo régimen, se aferran al poder, continúan las protestas que reclaman elecciones.
El norte de África versus el África subsahariana
Para los senegaleses, también es una cuestión de orgullo patrio. "Esta es nuestra segunda vez en la fase final, y espero que esta vez nos llevemos el trofeo de vuelta a casa, porque estamos entusiasmados y toda Senegal está detrás de los 'Leones de Teranga'", explica un transeúnte en el corazón subsahariano de la Guillotière, dónde confluyen tiendas de alimentación, bares y peluquerías regentadas por estas comunidades.
A escasos metros, en un restaurante senegalés, un grupo de amigos de Costa de Marfil también espera que la Copa de África se vaya a su región. "Para mí, es muy importante simplemente porque es el África negra", explica una clienta. "Adoro a los magrebíes, pero tengo amigos, hermanos y hermanas que están en Senegal y estudian allí".
Mandaoud Diop tiene su sastrería de telas senegalesas al lado del restaurante. Allí explica la satisfacción que siente con la exitosa trayectoria de su selección durante el torneo. "Realmente lo necesitamos. Hace 17 años que no nos clasificamos para la final. Esta es nuestra segunda final, espero que la llevemos de vuelta a Senegal".
Unos metros hacia adelante, Karim, comerciante argelino, rememora la victoria de 'Los Zorros del Desierto' en las semifinales del pasado domingo.
"Por supuesto que estábamos contentos, somos argelinos", asevera en su tienda, dónde vende banderas y camisetas de la selección argelina,. "Fue un partido muy bueno, con suspense, me gustan los deportes y creo que Argelia, a nivel deportivo, merecía ganar".
Pero, a la pregunta de si es más importante hacerse con la Copa del Mundo o la Copa de África, responde: "Si me preguntas si quiero un vaso grande o uno pequeño, ¿qué elegiré para beber? Un vaso grande, por supuesto".
"La Copa de África es muy importante porque está sucediendo ahora. No estamos pensando en el Mundial, vivimos en este momento", añade.
Euforia enturbiada con violencia
Argelia no se clasificó para la última Copa del Mundo (Rusia, 2018) y Senegal se quedó en la fase de grupos, por lo que ambas aficiones tenían ganas contenidas de ver a sus equipos triunfar en un gran evento deportivo.
Sin embargo, las celebraciones de la victoria de Argelia sobre Nigeria, por la que se clasificó para la final, desencadenaron en varios episodios de violencia en Francia que se saldaron con 282 detenciones.
En Guillotière, la fiesta de la afición argelina en las calles se encontró con las multitudes que volvían de ver los fuegos artificiales que cada 14 de julio conmemoran en Francia la toma de la Bastilla. Después de unos momentos de tumulto, la policía francesa lanzó gas lacrimógeno.
PUBLICIDAD"Prefiero quedarme con las cosas positivas, la violencia es la milésima parte de la alegría que expresan mal los patanes, que no son sólo argelinos", dice Karim, quien asegura que lo importante es lo que el torneo significa como escaparate del fútbol africano y como momento de hermandad para el continente.
"Ven aquí Malik, ven aquí hermano", dice dirigiéndose a uno de sus clientes. "Él es mi hermano senegalés, yo soy argelino, somos hermanos ¡Que gane el mejor!"
"Que gane el mejor, sí, es verdad", le responde Malik.
"Si es Senegal, lloraré mientras tú ríes. Si es Argelia, yo reiré y él llorará. Pero al día siguiente seguiremos siendo hermanos", sentencia Karim.