El agrio enfrentamiento que mantuvieron ayer Pedro Sánchez y Pablo Iglesias llena de sombras la investidura del líder socialista como presidente del Gobierno de España. Como estaba previsto, Sánchez no ha conseguido la confianza de la Cámara.
El agrio enfrentamiento que mantuvieron ayer Pedro Sánchez y Pablo Iglesias llena de sombras la investidura del primero como presidente del Gobierno de España.
La primera votación se ha saldado con un fracaso de Sánchez, a pesar de la abstención de Unidas Podemos. Los independentistas catalanes de ERC han votado en contra. En total, de los 346 votos emitidos 124 han votado "sí" a Pedro Sánchez, 170 en su contra y 52 diputados se han abstenido.
Pedro Sánchez había advertido a la coalición de izquierdas Unidas Podemos que votar en su contra les pondría a la altura de la extrema derecha de Vox.
"Insisto. La propuesta que yo les hago es un gobierno de coalición. Pero lo que les digo, señorías, es que, entre un gobierno de coalición como ustedes lo están planteando y que ustedes voten con la ultraderecha en contra de la investidura de un presidente socialista por segunda vez en tres años... creo que hay muchas opciones que se pueden abrir durante estos días", afirmaba Sánchez.
Iglesias mantiene su exigencia de tener una representación proporcional en esa coalición de Gobierno, lo que se traduciría en cinco ministerios.
"Necesitamos competencias y responsabilidades de gobierno acordes con nuestro peso electoral para formar parte de un gobierno con ustedes y para llegar a un acuerdo de investidura. Se lo tengo que decir con toda la claridad: respeten ustedes a nuestros 3,7 millones de votantes y no nos propongan ser un mero decorado en su gobierno, porque no lo podremos aceptar", advertía Iglesias.
Se daba por sentado que Sánchez no obtendría hoy la mayoría absoluta necesaria para ser investido presidente en la primera votación.
En la segunda, el próximo jueves, le bastará con mayoría simple.