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Migrantes en Qasr Bin Gashir
Migrantes en Qasr Bin Gashir
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ACNUR en Libia II: Los migrantes en los centros ¿Por qué ACNUR quiere mantenernos en prisión?

Por Lillo Montalto MonellaEuronews
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En esta segunda parte de nuestra investigación en cuatro partes sobre la operación del ACNUR en Libia, hablamos con los migrantes que viven el proceso de registro y retención. Cuentan sus historias a euronews.

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En esta segunda parte de nuestra investigación en cuatro capítulos sobre la gestión de la agencia de la ONU para los refugiados ACNUR en Libia, hablamos con los migrantes que viven -que sufren- el proceso de registro y retención. Cuentan sus historias a euronews.

A pesar del aumento de la financiación de la UE a los guardacostas libios y de un acuerdo italiano con el DCIM (la Dirección libia para Combatir la Inmigración Ilegal, que gestiona los centros de internamiento), la UE no ha adoptado ninguna disposición efectiva para proteger los derechos humanos y mejorar las condiciones de vida de los migrantes en Libia.

La experiencia de los migrantes en la turbulenta nación del norte de África se está deteriorando aún más. En febrero la Oficina Internacional de las Migraciones declaraba que Libia ya no puede ser considerada un puerto seguro.

Muchas de las personas en ese trance que han hablado con Euronews denuncian abusos tras haber sido encerrados en centros de internamiento con la esperanza de ser registrados y reasentados- si es posible en países occidentales- por la ACNUR.

Los testimonios incluyen casos de tortura, violación y extorsión a manos de las milicias locales, y cuando esto conduce a intentar cruzar el Mediterráneo, los relatos también detallan cómo han sido interceptados por los guardacostas libios y automáticamente internados de nuevo en los centros de retención.

"Se ha convertido en un círculo infinito y terrible del que no hay salida", dijo a The Times Julien Raickman, jefe de la operación libia de MSF-Francia.

La principal misión de la ACNUR en Libia es registrar a los migrantes y encontrar una solución para sacarlos del país. Sin embargo, como añade Raickman, "el procedimiento de reubicación está totalmente bloqueado".

Como se ha visto en la primera parte de esta investigación ➡️ Leer la Parte I la agencia de la ONU ha sido acusada de ser una "fachada" de la política de externalización de las fronteras de la UE; para resumir, podemos afirmar la acción de ACNUR en Libia es ineficaz.

Sara Creta
Refugiados viviendo en GhargareshSara Creta

El organismo, encabezado por Filippo Grandi, ha hecho repetidos y urgentes llamamientos a Europa para que evacuara a todos los refugiados y desmantelara los centros, pero atribuye su ineficacia a la dificultad de acceso a las instalaciones, una afirmación que es cuestionada por las milicias que dirigen los centros de detención.

En este momento, no está claro qué nivel de acceso tiene realmente la ACNUR en cada uno de los centros.

Como respuesta, el miembro de la ACNUR Charlie Yaxley dice a euronews: "El trabajo que podemos realizar en los centros de detención es limitado, porque están gestionados por las autoridades libias. Nuestro acceso está restringido y nos limitamos a llevar a cabo el registro, evaluaciones de protección, diagnóstico y tratamiento médico y a proporcionar artículos de primera necesidad".

Por otro lado, las autoridades libias se quejan de la eficacia de la labor de la ACNUR en un país en el que tienen que operar sin un estatuto jurídico o bajo un memorando de entendimiento.

"Algunos etíopes y somalíes de este centro (Tarik Sika, controlado por una milicia progubernamental) permanecieron aquí durante dos años. Después de un período de uno o dos años, la ACNUR declara de que se les deniega la entrada y no se les permite ser reubicados", dice a Euronews el capitán Abdelnaser Ezam, vicepresidente de la sección de Trípoli del Ministerio del Interior del Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés).

Tuvimos a un somalí esperando durante dos años. Los empleados de la ACNUR vinieron y le informaron de que se le denegaba el reasentamiento. Resultado: se suicidó quemándose
Abdelnaser Ezam
Ministerio del Interior libio

"Durante el último período, tuvimos a un somalí esperando durante dos años aquí. Luego, los empleados de la ACNUR vinieron y le informaron de que se le denegaba el reasentamiento. Resultado: se suicidó quemándose y murió dos días después en cuidados intensivos en el hospital. Este es el resultado de la depresión que afecta a los migrantes porque creen que cuando se inscriben en ACNUR y hacen la entrevista, serán aceptado y tendrá un reasentamiento". El migrante somalí se llamaba Abdulaziz, tenía 28 años cuando murió, en octubre de 2018. Había llegado al centro nueve meses antes.

Euronews ha obtenido testimonios de cuatro centros de detención:

  • Qasr Bin Gashir
  • Zintán
  • Az-Zāwiyah
  • Abu Salim

Queríamos descubrir y detallar cómo una combinación de ineficiencia y mala gestión por parte del ACNUR parece perpetuar el sistema que se está examinamos en esta serie.

En abril, un tiroteo en el centro de Qasr bin Ghashir, en las afueras de Trípoli, provocó varios muertos y una docena de heridos, según MSF. La ACNUR envió un comunicado de prensa sobre el mismo incidente diciendo que tenían noticias de que "se habían producido disparos en el aire" y "no había heridas de bala" ➡️ Leer la Parte I; una versión desmentida por las pruebas aportadas por MSF y Amnistía Internacional.

Según una fuente consultada por euronews, antes de ese episodio los migrantes pasaron dos semanas casi sin comida. La solución propuesta por la ACNUR fue un reasentamiento en Zintan, conocido por los refugiados como una de las peores instalaciones de retención de Libia.

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Imagen enviada a euoronews y otros medios por un refugiado anónimo

En Zintan, las condiciones son desesperadas: en un momento del verano de 2019, 700 seres humanos estaban hacinados unos encima de otros, hambrientos. Veintidós han muerto de tuberculosis y hambre desde septiembre de 2018. Según los informes, 120 se encontrarían en este centro según testimonios.

El mandato de ACNUR no incluye el suministro de alimentos y agua para los solicitantes de asilo y los refugiados, pero sus médicos tenían acceso al centro, como confirmaron a Euronews las autoridades locales. El suministro de alimentos está bajo control de la Dirección de Lucha contra la Migración Ilegal de Libia (DCIM), pero según algunos informantes, tienen graves retrasos en su pago a las empresas de catering, lo que provoca interrupciones del servicio.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó su preocupación por las condiciones "inhumanas y degradantes" en las que se encuentran estos refugiados, "así como por la actuales denuncias de desapariciones y trata de seres humanos".

Imagen enviada a euronews y otros medios por un refugiado anónimo

Durante una de las numerosas protestas en el hangar de Zintan, los migrantes llevaban pancartas que decían: "Somos víctimas del ACNUR en Libia" y "Somos víctimas de abusos por parte de organizaciones de derechos humanos". Su lucha es visible en las imágenes de los medios sociales filtradas por periodistas como Sally Hayden y recogidas por medios de comunicación como Associated Press y ONG como MSF.

Un migrante detenido en Zintan dijo a Euronews:

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"La ACNUR no tiene ningún plan para apoyarnos. No tenemos ninguna relación con la ACNUR desde hace mucho tiempo".

Horas después de la publicación en inglés de los primeros capítulos de este reportaje, la misión de ACNUR en Libya ha publicado un tuit en el que afirman que sólo en septiembre han registrado a 600 demandantes de asilo en centros de retención y areas urbanas, han verificado la identidad de otros 1.140 y que en total tienen registrados a 45.653 refugiados.

La Agencia de la ONU para los refugiados "entrevistó sólo a 39 de estos 650 hambrientos... en Zintán en junio. Hace dos días, sólo a 27 de ellos se les tomaron las huellas dactilares para la evacuación" tuiteó la abogada de derechos humanos Giulia Tranchina.

Tras haber rechazado la opción de Zintan tras el tiroteo en Qasr bin Ghashir, los migrantes fueron finalmente reasentados en el centro Az-Zāwiyah. Otros huyeron: entre ellos un migrante con su esposa embarazada. Hablaremos del destino de esta familia más adelante.

Volver al centro Az-Zāwiyah. Esta instalación específica está dirigida por una milicia sancionada por la ONU por tráfico de seres humanos. Un migrante dijo a Euronews que un miembro del personal del ACNUR llamado Waleed apoya a la milicia local:

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"Waleed siempre está tratando de apoyar a Osama [El jefe de la prisión] y a veces incluso trata de elogiarlo y encubrirlo cuando hace algo malo. Por su cercanía con Osama, muchos migrantes han llegado a la conclusión de que son hermanos o parientes".

ACNUR no tiene ningún plan para apoyarnos. No tenemos ninguna relación con la ACNUR desde hace mucho tiempo.
Refugiado en Zintán

Esta acusación sobre la estrecha relación entre el representante de la ACNUR y un miembro de alto rango de la milicia que participa en la gestión del centro también se menciona en un artículo del diario israelí Haaretz. Cita a Waleed hablando del administrador del centro como un "primo".

Según un migrante entrevistado por Euronews, este tipo de situación también se dio en el centro de retención de Abu Salim, cerca de la línea del frente: "El tipo del ACNUR nunca habla con los refugiados y es amigo de la policía local". Añadió que la última vez que la agencia de la ONU vino a registrar a alguien "fue hace 6 meses".

Preguntamos a los portavoces de la ACNUR sobre las acusaciones sobre Osama y Waleed, pero no recibimos respuesta sobre este punto específico.

Una fuente dentro del centro Az-Zāwiyah nos dice que Osama y sus hombres dispararon a los refugiados que se negaron a seguir a los traficantes de personas a los que habían sido vendidos. "Varias veces ha habido disparos desde que llegamos aquí. Dos veces cuando los prisioneros intentaron escapar, dos fueron asesinados a tiros y cuatro de ellos recibieron balazos en las piernas".

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Según estos testimonios, en dos centros donde operaba la ACNUR, Qasr bin Ghashir y Az-Zāwiyah, se disparó contra los migrantes.

Un sudanés a mi lado fue golpeado en el vientre y murió en el acto. Su cuerpo fue arrojado al desierto
Moussa (nombre ficticio)

Un migrante de Guinea, Moussa (nombre ficticio), dice que le dispararon dos veces en los tobillos en Az-Zāwiyah. Dice que terminó allí después de tres intentos diferentes de cruzar el Mediterráneo y cuatro intentos de extorsión para ser liberado. En las cárceles que visitó, afirma haber sido torturado repetidamente. Cuando la embarcación fue interceptada por la unidad de guardacostas de Az-Zāwiyah, conectada a la banda de Osama, Moussa fue llevado al centro "y nos quedamos dos días sin comida", cuenta a Euronews. Estalló una revuelta entre los refugiados que fue silenciada con disparos: "Un sudanés a mi lado fue golpeado en el vientre y murió en el acto. Su cuerpo fue arrojado al desierto".

Más tarde, Osama habría dicho a un Moussa gravemente herido que se pusiera en contacto con un tipo llamado "Mohamed", que fijó el precio de su cuarto intento de cruzar el Mediterráneo: 3.000 dinares (unos 2.000 euros). Finalmente Moussa fue rescatado en el mar por el barco de Open Arms y ahora está a salvo en Italia.

Un tipo llamado "Mohamed" fijó el precio del cuarto intento de cruzar el Mediterráneo: 3.000 dinares (unos 2.000 euros)

Moussa tuvo más suerte que el migrante que logró escapar del tiroteo en el centro de Qasr bin Ghashir con su esposa embarazada. Los llamaremos Mohamad y Aya.

Inmediatamente después de que los 325 refugiados fueran transferidos de allí al centro de detención Az-Zāwiyah, ACNUR evacuó a más de 140 migrantes de Qasr bin Ghashir fuera de Libia.

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Cuando llamaron a Mohamad y Aya, ya no estaban allí y perdieron la oportunidad de huir del caótico país por uno más seguro. Desde entonces, están varados en las calles de Trípoli con su bebé recién nacido, como la mayoría de los solicitantes de asilo en Libia. "Tememos salir", dicen a Euronews por el riesgo que corren quienes no tienenr protección en la capital libia. "Escapamos del centro de retención porque los militares vinieron a atacarnos".

Sara Creta
Centro de retención de KhomsSara Creta

Ahora Mohamad ya no puede entrar en el Centro de Reunión y Salida de ACNUR en Trípoli porque que su caso no se encuentra entre los que tienen derecho a la evacuación.

Al huir de las balas, perdieron el derecho a salir de Libia. Han tratado repetidamente de ponerse en contacto con las oficinas de la ACNUR tanto en Trípoli como en Ginebra, pero no han recibido ninguna respuesta. "Voy a la oficina a preguntar sobre mi caso y algo de ayuda, como comida y refugio, pero nadie me ayuda".

"¿Por qué la ACNUR quiere mantenernos en prisión?" se lamenta Mohamad.

Un empleado de ACNUR explicó a Euronews que el reasentamiento se prioriza en función de la vulnerabilidad debido a la falta de plazas disponibles y, lo que es más importante: el elemento clave es estar físicamente en un centro de internamiento, ya que es allí donde las condiciones son peores. Las personas que escapan de las duras condiciones de vida de los centros no piensan que esto va a reducir sus posibilidades de ser reasentados y sacados de Libia.

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Puede verse de la siguiente manera: si los refugiados quieren tener la mínima oportunidad de ser reasentados, deben permanecer en los centros de retención y esperar. Pase lo que pase en su interior. Más detalles en la Parte III de nuestra serie.

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