El derrumbe de una presa en una mina de oro ha dejado también más de una docena de desaparecidos.
Continúan las labores de búsqueda de supervivientes a 160 kilómetros de la localidad rusa de Krasnoyarsk, donde el derrumbe de una presa en una mina de oro ha dejado al menos 15 muertos y más de una docena de desaparecidos. Al lugar de la catástrofe han sido desplazado 270 efectivos de Protección Civil y se han enviados varios helicópteros.
El suceso se produjo la noche del pasado viernes por el colapso de un dique en el río Seiba, en Siberia, a unos 4.000 kilómetros de Moscú.
La presa se rompió debido a las fuertes lluvias, provocando un caudal de cuatro metros de agua que arrasó con todo lo que había a su paso, como las viviendas de los mineros.
Además, la oficina del gobernador de Krasnoyarsk informó de que otra de las causas es que el dique estaba en mal estado. Por eso se ha abierto una causa criminal para esclarecer lo ocurrido.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha ordenado a las autoridades que tomen todas las medidas necesarias para ayudar a los afectados e investigar las razones del incidente.