Los dos líderes, que comparten un desprecio común por los valores liberales occidentales, han mantenido y mejorado su relación especial a lo largo de los años, incluso mientras la Unión Europea aplicaba sanciones contra Moscú por la anexión de Crimea por parte de Rusia.
PUBLICIDADEl presidente ruso Vladimir Putin visitará Budapest este miércoles 30 de octubre para reunirse con el primer ministro húngaro Viktor Orbán.
Los dos líderes, que comparten un desprecio común por los valores liberales occidentales, han mantenido y mejorado su relación especial a lo largo de los años, incluso mientras la Unión Europea (UE) aplicaba sanciones contra Moscú por la anexión de Crimea por parte de Rusia.
Desde que estalló el conflicto en el este de Ucrania en 2014, Putin ha visitado Budapest con frecuencia, dijo a Euronews la experta Dorka Takacsi, del centro de consultoría e investigación Political Capital.
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"Hubo una reunión de Putin-Orbán cada año, y hubo un año (2017) en el que se han reunido dos veces, lo que es mucho y demuestra que Hungría está de alguna manera sobrerrepresentada teniendo en cuenta su papel regional o europeo", dijo Takacsi.
"Hay muchas más reuniones entre los dos [Putin y Orbán] de lo que sería razonable, considerando el peso económico de Hungría", agregó.
Los vínculos de Putin con los líderes europeos se relajaron tras la anexión de Crimea hace cinco años y se abandonaron muchas reuniones de alto nivel.
Beneficios mutuos
"[Con su visita a Budapest], Putin puede demostrar al público ruso que Rusia no es percibida de la misma manera en todos los Estados miembros de la UE y que, a pesar de la crisis de 2014, sigue siendo bienvenido en la UE", continuó Takacsi.
Dentro de la UE, Hungría ha sido uno de los más firmes defensores de la retirada de las sanciones impuestas por el bloque contra Moscú.
Pero esta relación especial también es beneficiosa para el Primer Ministro de Hungría y su posición en la escena mundial.
Rusia también tiene influencia sobre Hungría en lo que respecta al gas y la energía nuclear.
Los proyectos energéticos ocupan un lugar destacado en la agenda
Según los medios de comunicación húngaros, se espera que la reunión se centre en el contrato de servicio de gas que expirará en 2021.
Hungría depende de Rusia para la mayor parte de su gas, una dependencia que probablemente aumentará cuando la compañía estatal de gas rusa Gazprom complete el gasoducto Turkstream que corre bajo el Mar Negro hacia Turquía, con un ramal previsto para servir a Hungría.
Actualmente, el gas ruso se transporta a Turquía a través de gasoductos que atraviesan Ucrania. El contrato con Ucrania concluye a finales de 2019 y no está claro si las negociaciones para renovarlo tendrán éxito.
El otro punto que probablemente ocupará un lugar destacado en el orden del día es un contrato para modernizar la única central nuclear de Hungría, un proyecto financiado en gran medida por una línea de crédito rusa.