Los candidatos a la presidencia del Gobierno español apuran sus últimos mítines para convencer a un electorado cada vez más indeciso.
Cierre de una campaña electoral exprés. Los candidatos a la presidencia del Gobierno español apuraban este viernes sus últimos minutos para convencer a una sociedad cada vez más indecisa y cuyo voto está aún más fragmentado. Pedro Sánchez, presidente en funciones pidió concentrar el voto para que los socialistas puedan gobernar.
El segundo partido más votado en los comicios de abril, el conservador Partido Popular, advirtió de una posible nueva recesión económica que podría afectar a España en los próximos meses. Su líder, Pablo Casado, se dirigió a quienes aún sufren por la crisis del 2008.
Mientras, Santiago Abascal, a la cabeza del ultradarechista Vox, se sirvió de la crisis catalana para reivindicar nuevamente la unidad de España.
Por su parte, Unidas Podemos, defendió la pluraridad de naciones en España. El fracaso de las negociaciones con los socialistas para lograr un Gobierno de coalición provocó la celebración de estas nuevas elecciones.