La Giuardia Civil sigue investigando el suceso para esclarecer qué pudo ocurrir para que un padre y dos de sus hijos quedaran atrapados en el agua
La piscina de la localidad malagueña de Mijas donde el pasado martes murieron tres turistas británicos vuelve a estar abierta al público. La Guardia Civil continúa la investigación sobre el suceso ocurrido alrededor de las 13:30 hora local, cuando una niña de nueve años no pudo salir del agua y posteriormente su hermano de 16 y su padre de 53 quedaron también quedaron atrapados al socorrerla. Las dos hipótesis que en principio se barajan son un error del sistema de succión o que alguna de las víctimas hubiera sufrido un corte de digestión.
En cuanto a la primera de ellas, por el momento no se ha encontrado ningún fallo que pudiera provocar el fatal desenlace. La piscina no tenía socorrista debido a que las dimensiones no lo exigían. La madre de la familia se encontraba en el lugar de los hechos con otra hija y están recibiendo atención psicológica.