Según datos de los sindicatos, 600.000 personas se han echado a las calles de más de una veintena de ciudades en todo el país. París vuelve a sufrir importantes perturbaciones en el servicio de trenes y de metro.
Trigésimo sexta jornada de huelga en Francia. Miles de personas, 600.000 según los sindicatos, volvieron a salir este jueves a las principales calles del país para protestar contra la reforma de las pensiones del Gobierno de Macron, cuyas conversaciones con los sindicatos siguen sin llegar a buen puerto.
Un día más, las movilizaciones han derivado en enfrentamientos entre manifestantes y policía. En Nantes, los agentes han hecho uso de gases lacrimógenos para dispersar a los más radicales. Las escenas han sido muy similares en otras muchas ciudades.
En París, los paros se han hecho notar una vez más en el transporte, con un sinfín de cancelaciones y retrasos tanto en trenes como en el metro, además de perturbaciones en el transporte aéreo. La Torre Eiffel, emblema de la capital, también ha permanecido cerrada por falta de personal.
Profesores, personal sanitario y abogados han secundado también la que es la cuarta jornada de movilización nacional desde el inicio de la huelga, la primera de este año.