Fue puesto en libertad sin cargos el jueves por la noche tras permanecer detenido tres días, pero está sujeto a "restricciones"
PUBLICIDADEl opositor cubano Guillermo Fariñas fue liberado sin cargos el jueves por la noche tras permanecer detenido tres días, aunque está sujeto a "restricciones".
Fariñas, Premio Sajarov del Parlamento Europeo (PE), fue detenido el pasado martes en la ciudad de Santa Clara (centro de Cuba), donde reside, cuando se disponía a desplazarse a La Habana a retirar un visado para viajar este mes a Madrid y Bruselas.
La "restricción" consiste en que no podrá salir de su municipio hasta después del día 20, lo que le impedirá realizar el viaje previsto, ya que su agenda en Bruselas, donde iba a reunirse con eurodiputados de varios partidos, habría concluido el día 21.
Según Fariñas, las autoridades alegaron varios motivos para detenerle: "que estaba preparando un levantamiento nacional coordinando acciones con grupos opositores y que no iban a permitir que continúe saboteando las relaciones económicas entre Cuba y la Unión Europea".
El tercer motivo, agregó, es que "están haciendo un experimento para ver el costo-beneficio en cuanto a una detención prolongada" del opositor.
Varias autoridades europeas, entre ellas el presidente de la Eurocámara, David Sassoli, habían pedido en los últimos días la liberación de Fariñas.
El opositor, de 57 años, lidera el ilegal Frente Antitotalitario Unido (Fantu) y en 2010 recibió el premio Sájarov del Parlamento Europeo por la defensa de los derechos humanos.
Es célebre por las numerosas huelgas de hambre que ha mantenido en protesta contra el sistema cubano, la última de las cuales, la número 25, tuvo lugar en 2016 y se prolongó 54 días para pedir al Gobierno de la isla el cese de la represión contra los disidentes.
Otro conocido disidente, José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), permanece preso desde octubre pasado en Santiago de Cuba por una supuesta agresión a otro hombre, un cargo que sus allegados niegan.
El Gobierno de Cuba, por su parte, considera a los disidentes "contrarrevolucionarios" y "mercenarios" al servicio de los intereses de Estados Unidos y niega que tenga presos políticos en sus cárceles.