Desde diciembre, 900.000 personas se han visto obligadas a desplazarse en Siria, mientras el presidente Al Asad predice la victoria final del conflicto
PUBLICIDADAlgunos de estos sirios han sido desplazados más de veinte veces desde el comienzo del conflicto. Como ellos, 900.000 personas, la mayoría mujeres y niños, se han visto obligados a huir desde principios de diciembre, según informó la Organización de las Naciones Unidas este lunes.
El jefe humanitario de la ONU, Mark Lowcock, ha advertido que la situación "ha alcanzado un nivel espantoso" en el noroeste de Siria. También habló de la situación sobre el terreno donde los centros de salud y las escuelas estaban siendo atacados y aprovechó para pedir un alto el fuego.
Mientras tanto, el Presidente sirio Bachar Al Asad felicitó a sus fuerzas por consolidar el control de Alepo y prometió continuar las operaciones del ejército.
En un discurso televisado, Al Asad, ha defendido que se tiene que seguir adelante. "No debemos descansar, sino seguir preparándonos para las batallas todavía por llegar, y por lo tanto la batalla de la liberación del campo de Alepo y de Idlib continuará, a pesar del ruido vacío que viene del norte (Turquía), para seguir luchando para liberar todo el suelo sirio y aplastar el terrorismo y lograr la estabilidad".
En las últimas semanas, las tropas gubernamentales respaldadas por el poder aéreo ruso han capturado más de 1.500 kilómetros cuadrados en el noroeste, consolidando su dominio sobre la provincia de Alepo. Los acontecimientos provocaron celebraciones en las calles de la ciudad.
La ofensiva ha interrumpido la frágil cooperación entre Rusia y Turquía, que apoya a los rebeldes y tiene tropas en la región para vigilar el acuerdo de alto el fuego de 2018.