El COVID-19 ha dejado en España dos frentes, la lucha contra el virus y las víctimas del aislamiento social. Volutarios en la ciudad capital española ayudan a las personas mayores a lidiar con la soledad durante la pandemia.
En Madrid no habrán partidas de petanca. No las habrá en mucho tiempo. El parque está vacío. El los tiempos del coronavirus, los ancianos se han desvanecido de las calles. El centro de día también ha cerrado. Deben permanecer en casa para protegerse del virus.
Solo en en la capital 240.000 personas padecen soledad no deseada. Seis de cada diez tiene más de 65 años. Para muchos de ellos, el confinamiento impuesto por la epidemia es otra capa más en su burbuja de ailsamiento.
Victoria tiene 32 años. Hoy ha roto la cuarentena para comprar productos de limpieza para una mujer minusválida que vive sola. Forma parte de un grupo de 30 voluntarios de este barrio de madrid está tratando de proteger a los más vulnerables de la enfermedad.
No son los únicos. Cientos de vecinos en toda España se desviven por aquellos hoy se sienten un poco más solos.
Las visitas de los cuidadores se han reducido al mínimo para evitar posibles contagios. La Cruz Roja está haciendo cientos de llamadas diarias para acompañarles telefonicamente y comprpbar que se encuentran bien.