Durante todo el fin de semana quedará prohibido salir de casa para el 80% de la población nacional. Turquía cuenta ya con más de 1000 muertos por coronavirus.
Turquía declara un toque de queda de 48 horas. Durante todo el fin de semana queda terminantemente prohibido salir a la calle en más de 30 provincias del país, entre ellas Ankara y Estambul, a excepción de determinados trabajadores de servicios indispensabes. El confinamiento obligatorio entró en vigor la medianoche de este viernes y concluirá este domingo a las 12 de la noche.
Hasta ahora, tan solo los mayores de 65 años y los menores de 20 estaban obligados a permanecer en sus hogares, si bien los expertos han acabado por recomendar al Gobierno que haga extensible la medida a toda la población, especialmente este fin de semana en el que se esperaba buen tiempo y grandes aglomeraciones en las ciudades. La oposición, de hecho, llevaba varios días exigiendo al ejecutivo de Erdogan medidas de prevención más estrictas, especialmente en ciudades como Estambul o Esmirna, principales focos del virus.
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Prácticamente el 80% de la población nacional quedará recluida en casa durante dos días para tratar de evitar la propagación de un virus que ya se ha cobrado la vida de más de 1000 personas y que ha contagiado por el momento a 47.000.
Con todo, la vida continúa. En Kirikkale, cerca de Ankara, un albergue donde pasan la cuarentena más de 300 ciudadanos traídos de otros países, tuvo lugar la celebración de dos cumpleaños. Unas hermosas imágenes con las que la población trata de seguir con el día a día dentro de una vida tan nueva como impredecible.