Obesidad, estrés, problemas escolares... España se inquieta por la salud de su niños confinados. Llevan más de un mes encerrados en sus casas. Es el único país de Europa que no les permite salir en ningún caso
**En los parques y en las calles ya no hay niños. Los menores de España llevan ya más de un mes encerrados en sus casas, sin poder salir ni a dar un paseo. Es el único país de Europa en el que el confinamiento es tan estricto con los menores. Sin ir más lejos, en Francia o Bélgica pueden salir a realizar ejercicio acompañados por un adulto durante periodos cortos cada día. Pero en España no y el encierro empieza a ser complicado de soportar en muchos casos. **
Expertos y psicólogos alertan del peligro sobre la salud mental y física de los pequeños y se suman al clamor de muchas familias que piden al gobierno que suavice la medida por la salud de los menores. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, dice que entiende el llamamiento, pero que la prioridad sigue siendo la salud del conjunto de la ciudadanía.
"Somos conscientes de que el confinamiento afecta también su salud. Es necesario actuar con cautela por la salud del conjunto de la ciudadanía -dijo Illa-. Desde el ministerio de Sanidad estamos siguiendo día a día la epidemia para que, en cuanto sea posible y de forma ordenada, los niños y niñas puedan salir a la calle".
En unas casas el encierro se lleva mejor que en otras. Depende de los niños y del espacio con el que cuentan, porque no es lo mismo vivir en un piso de 60 metros que en una casa con jardín.
"El carácter de Pablo y el hecho de que se entretiene bastante solo está ayudando, pero en dos o tres ocasiones me ha dicho: quiero coger mi bici y salir ya", explica una madre.
El tiempo se hace eterno para los niños, que no entienden de pandemias. "Es sobre todo la angustia con el calendario: 'mamá, vamos al calendario a ver cuántos días quedan' piden y tampoco les puedes decir una fecha exacta".
Los expertos alerta de que esta situación podría pasar factura a los niños en forma de problemas escolares, ansiedad, obesidad e incluso, estrés postraumático, como se está viendo que sufre buena parte de la población que estuvo confinada en China.