La crisis del coronavirus deja un rastro gigantesco de personas sin trabajo en Europa. Sólo Alemania ha registrado 373.000 parados más en abril hasta los 2,6 millones. En España son más de 3,3 millones los trabajadores sin empleo.
No por esperados, los datos de la sangría del desempleo en Europa dejan de ser desgarradores.
El parón de la economía por el coronavirus ha dejado este mes de abril 373.000 parados más en Alemania. El número de trabajadores sin empleo supera los 2,6 millones, que representan el 5,8% de la población activa.
Más grave es la situación en España, un mercado laboral históricamente inestable y precario, que suma 121.000 desempleados más hasta los 3.313.000 con una tasa de paro registrado del 14,41%, según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada esta misma semana.
Y las cosas podrían ir peor si no fuera por las ayudas públicas para financiar los expedientes de regulación temporal de empleo que afectan a millones de trabajadores.
"Los gobiernos están dando mucho apoyo a los desempleados. Sin embargo, está claro que cuanto más dure y cuantas más personas terminen en el paro, más se retroalimentará un declive que con la caída de la demanda generará un mayor desempleo, y este es el verdadero peligro", explica el economista alemán y director del Instituto Bruegel de Bruselas, Guntram Wolff.
Si analizamos los últimos datos globales disponibles vemos cómo tanto en la eurozona como en el conjunto de los Veintisiete, el desempleo ha aumentado apenas una décima entre febrero y marzo.
Cuando dispongamos de todos los indicadores al cierre de abril, veremos cómo el rastro de la sangría del paro en la Unión Europea (UE) nos deja más de los 14,1 millones de desempleados actuales.