Mientras, continúa la desescalada de las restricciones en toda Europa y España inicia diez días de luto nacional en honor de los más de 27.000 muertos.
Un minuto de silencio, en España, por las víctimas del coronavirus y diez días de luto nacional, por los 27.118 muertos.
La nueva normalidad va llegando por fases y por territorios, con Madrid y Barcelona todavía en la fase 1, mientras el Ejecutivo central sigue negociando una nueva y última prórroga del estado de alarma, hasta finales de junio.
Aplicación de rastreo para móvil STOP-COVID
En Francia, con unos 28.600 fallecidos, el Parlamento acaba de aprobar la aplicación de rastreo para móvil STOP-COVID. Según los expertos, permitirá un control más específico de los brotes del virus, aunque sus detractores señalan los problemas de privacidad que conlleva.
Los franceses están a la espera de que el primer ministro, Edouard Philippe, anuncie, este jueves, cómo será la fase 2 de la desescalada, que empezó el 11 de mayo. Podría anunciar la reapertura de escuelas secundarias, cines o restaurantes.
"Prefiero esperar unas semanas, o unos meses, para poder reabrir en condiciones más serenas donde podremos dar la bienvenida a los clientes con una distancia un poco más reducida. Tengo un restaurante, es un lugar de convivialidad", señala Stéphane Gouin, chef y propietario del restaurante Le Bocal.
"Test y rastreo" en el Reino Unido
En el Reino Unido, mientras Boris Johnson ha decidido mantener a su asesor Dominic Cummings pese a que se saltó el confinamiento, su secretario de Salud ha anunciado un sistema de "test y rastreo".
"A través de las pruebas buscamos el virus: descubrir quién está infectado en este momento. (...) Y el siguiente paso es que a través del rastreo de contactos, como los detectives, trabajemos juntos con el Sistema Nacional de Salud para identificar los posibles movimientos del virus, dónde ha estado y quién más podría haber resultado infectado", explica Matt Hancock, secretario de Salud británico.
El éxito de este sistema depende de que las personas se autoaislen voluntariamente, estén enfermas o no, si han estado en contacto con alguien que dio positivo al COVID-19, aunque el caso Cummings podría disuadir a los británicos de colaborar.