El uso obligatorio de mascarillas o nuevos confinamientos son algunas de las medidas planteadas por autoridades
Desde playas a mercados, las mascarillas en Francia en interiores y exteriores están siendo utilizadas en cada vez más ciudades. No son obligatorias, pero con 140 focos de infección activos, la región de Mayenne, al oeste del país, algunos puntos de Lille y la ciudad costera de Biarritz están imponiendo las mascarillas al aire libre. Aunque hay ciudadanos que indican que, sea cual sea la legislación hay que llevarlas, "hay que protegerse, hay que proteger a los demás".
Las iniciativas locales son una respuesta, las imposiciones de los gobiernos centrales a las ciudades es otra. En Reino Unido, la ciudad de Leicester está saliendo ahora de un largo confinamiento, un mes después que el resto del país. Mientras, las autoridades del Gran Manchester, una de las siete zonas de Inglaterra con más incidencia de la covid-19, han impuesto nuevas medidas de encierro obligado.
España, por su parte, está tratando de contener el ascenso de nuevas infecciones que está teniendo especial incidencia en jóvenes y personas de mediana edad. "Sabemos que aunque el mayor número de brotes mayor ocurre en los círculos familiares, en las reuniones familiares, es cierto que los brotes con mayor número de casos, como la semana pasada, son brotes asociados al ocio nocturno", explica Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias de España.
En Ibiza, uno de los lugares más turísticos del país, solo pueden abrir los clubs con capacidad para trescientas personas y sin posibilidad de bailar. Los clientes solo pueden pueden beber algo y deben permanecer sentados.
Y en Lituania, el Gobierno ha advertido de que el aislamiento individual obligatorio para los viajeros de los condados de alto riesgo ayudan a evitar que las personas hagan viajes no esenciales, pero la Unión Europea podría no tener más remedio que cerrar sus fronteras otras vez si la situación empeora.