Una presunta testigo de los hechos declaró a la radio pública del Reino Unido que se trató de una pelea juvenil donde se oyeron "insultos racistas".
Varias personas fueron apuñaladas pasada la medianoche del sábado en la ciudad de Birmingham, ubicada al noroeste de Londres. La Policía ha confirmado que hay un muerto y siete heridos y descarta que se trate de un acto terrorista.
"Todavía estamos en el proceso de establecer lo que sucedió, lo que puede llevar algún tiempo antes de que estemos en condiciones de confirmar algo", añadió el cuerpo policial de la región de Midlands Oeste.
Se estableció un dispositivo de seguridad que incluyó el cierre al tráfico de varias de carreteras. Además, los agentes del orden pidieron a los ciudadanos que permanecieran "tranquilos pero vigilantes" y que evitaran la zona.
Una presunta testigo de los hechos declaró a la radio pública de Reino Unido que se trató de una pelea juvenil donde se oyeron "insultos racistas".
La zona roja de Inglaterra
El Reino Unido ha vivido varios episodios parecidos al ocurrido en Birmingham, en las últimas semanas. El 20 de junio, tres hombres fueron asesinados con cuchillos en un parque de Reading, al oeste de Londres, y la investigación fue derivada a la policía antiterrorista. El sospechoso, Khairi Saadallah, un refugiado libio de 25 años de edad que, según su familia, sufre problemas mentales como resultado de la guerra civil en Libia, había sido acusado de tres asesinatos y tres intentos de asesinato.
Seis días después, un hombre apuñaló e hirió a seis personas en un hotel de refugiados en Glasgow, Escocia, pero el cargo de terrorismo fue desestimado.
Sin cambios desde noviembre de 2019, el nivel de la amenaza terrorista se califica de "significativo" en el Reino Unido, es decir, de tercer grado en una escala de cinco.