La diplomacia española no se siente concernida por la petición del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero para que la UE cambie de postura sobre Venezuela y el Gobierno de Maduro. Es una "opinión respetable", vino a decir la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, pero no la secunda.
PUBLICIDADLa diplomacia española no se siente concernida por la petición del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero para que la UE cambie de postura sobre Venezuela y el Gobierno de Maduro. Es una "opinión respetable", vino a decir la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, pero no es lo que se ha decidido:
"El presidente Rodríguez Zapatero es un ciudadano libre de expresar su opinión y la ha expresado, y yo la respeto profundamente. Lo que hoy hemos decidido todos los Estados miembros de la Unión Europea por unanimidad es no reconocer el resultado de la elección parlamentaria que tuvo lugar ayer. Y no se ha reconocido porque se estima que no cumple con las garantías democráticas mínimas para un ejercicio de este tipo. Y lo que también ha decidido la Unión Europea es iniciar ahora una discusión intracomunitaria, entre todos los Estados miembros de la Unión Europea, para decidir la posición europea con respecto a la Asamblea Nacional actual, así como a la figura del presidente encargado (Juan Guaidó) que emana de la Asamblea Nacional actual, que es la que emana de las elecciones anteriores a estas".
En los próximos días o semanas la UE buscará el máximo consenso en su postura sobre la Asamblea que se constituya el 5 de enero en Venezuela y que ha surgido de las elecciones del domingo, que la UE no reconoce.