A principios de la década de 1990, como director general del Tesoro italiano, sorteó la crisis del Mecanismo de Tipos de Cambio de Europa, rescató a Roma de un probable impago y encabezó un amplio programa de privatizaciones.
El hombre que ahora tiene la misión de salvar a Italia fue apodado 'Super Mario' mucho antes de convertirse en el presidente del Banco Central Europeo. Pero, ¿por qué decidieron llamarlo así? Por un momento como este, en el que cambió el rumbo de la crisis de la deuda y, probablemente, incluso el rumbo de Europa. En medio de las naciones del euro que se endeudan y las especulaciones sobre el futuro de la divisa, en julio de 2012 señaló:
"El BCE está dispuesto a hacer lo que sea necesario para preservar el euro. Y, créanme, será suficiente", declaraba Mario Draghi, expresidente del BCE.
Aquello supuso un cambio de rumbo. Pero no era la primera vez que salvaba un escollo. A principios de la década de 1990, como director general del Tesoro italiano, sorteó la crisis del Mecanismo de Tipos de Cambio de Europa, rescató a Roma de un probable impago y encabezó un amplio programa de privatizaciones. Todo ello, mientras el escándalo de sobornos "Manos Limpias", en Italia, arrastraba a una generación de políticos. Ocupó el puesto durante 10 años, bajo gobiernos de derecha y de izquierda.
El veterano economista de 73 años había desaparecido de la escena pública, en gran medida, desde que su mandato en el BCE terminó en octubre de 2019. Pero en las últimas semanas emergió como un potencial primer ministro; la agitación política se combinó con las emergencias sanitarias y económicas para crear una situación propicia. Con el nombramiento 'tecnocrático' de Draghi, el último gestor de crisis, en Italia confían en que vuelva a hacer posible lo que parece imposible.