5,6 millones de italianos viven por debajo del límite de pobreza, lo que supone un 9,4 por ciento de la población total del país. Es el número más elevado de los últimos 15 años.
PUBLICIDADSe trata de unas colas que hace tan solo un año eran inimaginables, pero que desde hace algunos meses son desgraciadamente una realidad. Nos encontramos ante uno de los puntos de distribución en Milán de Pane Quotidiano, una ONG que ofrece alimentos a todo aquel que no pueda pagarlos.
Cada día, cerca de 3500 personas se presentan en los dos puntos de distribución que existen en la ciudad italiana. Muchas de estas personas ocultan sus rostros al ser filmados por miedo a ser reconocidos. Algunos de ellos salen con varios paquetes, uno para cada miembro de su familia. Dentro hay leche, yogur, queso, galletas, azúcar, atún y algo de pan.
"No es posible estar más de un año sin trabajar. Lo poco que había ahorrado lo he gastado", nos cuenta Aldo, de 57 años y perteneciente al mundo de la hostelería. Para Giovanni, de 60 años, la situación es abrumadora: "Esto no es vida, al menos para mí. No estoy acostumbrado a venir aquí a mendigar. Tengo mi dignidad".
En el último año, un millón de personas más viven en Italia en la pobreza absoluta, para un total de cinco millones y medio, lo que supone el 9,4 por ciento de la población total del país, la cifra más alta de los últimos 15 años.
El aumento de las familias en dicha situación es mayor en el norte, donde más de 720.000 personas han caído por debajo del umbral de la pobreza en 2020. El porcentaje de pobres sigue siendo mayor en el sur, donde siempre ha habido más dificultades, pero con un 11,1 por ciento frente al 9,4 del norte, la diferencia se está reduciendo. Queda claro que la pandemia, que hasta el momento ha dejado en Italia más de 100.000 muertos, no solo golpea la salud de las personas.